¡Hola! Qué lindo volver a encontrarnos. Espero que estés bien. Vamos a descubrir las actividades del día de hoy.
Actividad 1.
¿Cómo será el hábitat donde vive el Yaguareté? ¿Puede vivir en la ciudad? o ¿en una granja?
* Te vamos a contar cuál es el hábitat del YAGUARETE
El yaguareté habita actualmente algunas partes de nuestro país como: la selva húmeda salteña y jujeña, algunos sectores del chaco y la selva misionera, donde hay una gran variedad de ambientes naturales: bosques tupidos y en especial sitios cercanos al agua (costas fluviales, esteros y bañados.
Ahora que ya conocés algunas características del yaguareté. Te propongo que realices un títere con los materiales que tengas en casa.
Te dejo algunos ejemplos:
¡Que te salga hermoso!
Actividad 2. ¿TE ACORDÁS?
¿TE ACORDÁS? DÍAS ATRÁS PUDIMOS SABER QUIÉN ES EL MÁS ALTO Y MÁS BAJO DE LOS INTEGRANTES DE TU FAMILIA COMPARANDOLOS Y FORMANDO UN TREN CON ELLOS.
Hoy podés hacer un tren, como la vez pasada, pero esta vez tenés que ordenarlos del más BAJO al más ALTO.
Una vez que lo hayas logrado, te invito a que dibujes en una hoja, a cada uno de los integrantes de la familia ordenados del más BAJO al más ALTO.
SI TE ANIMAS, PODÉS ESCRIBIR SUS NOMBRES CON LA AYUDA DE ALGUN INTEGRANTE DE LA FAMILIA.
Actividad 3. Palabras de vida
Hoy vamos a conocer otro de los milagros de Jesús: Pedile a un familia que te lea esta historia y te invito a dibujar tu parte favorita.
Un día Jesús estaba a la orilla del Mar de Galilea. Como siempre, multitudes lo seguían para escuchar sus palabras. Jesús vio dos barcas que estaban en la orilla del mar, los pescadores estaban lavando las redes. Jesús subió a una de las barcas que era de Pedro y le pidió que se alejaran un poco de la orilla. Desde allí hablaba a las multitudes y les enseñaba. Cuando terminó, Jesús le pidió a Pedro que avanzaran a aguas más profundas y que lanzaran sus redes para pescar. Pedro respondió “Maestro, hemos estado toda la noche echando las redes y no hemos pescado nada, pero ya que me lo pides echaremos de nuevo las redes. Echaron nuevamente las redes y algo asombroso ocurrió, cuando quisieron recoger las redes éstas tenían tantos peces que estaban comenzando a romperse. Entonces llamaron a los pescadores de la otra barca para que les ayudaran con la pesca, los pescadores eran Juan y su hermano Santiago. Entre las dos barcas recogieron las redes y había tal cantidad de peces que se llenaron las dos barcas de tal manera que parecía que se iban a hundir a causa del peso de los peces. Cuando Pedro y sus compañeros pescadores vieron lo que había sucedido se espantaron. Jesús les dijo: “No tengáis miedo, y de ahora en adelante seréis pescadores de hombres”.
Si te animás, podés contarle esta historia, por un llamado telefónico o por un mensajito de texto, a algún familiar. ¡Qué tengas un hermoso fin de semana!